NUESTRA OPINIÓN …
Cuando el año pasado leí No oigo jugar a los niños sabía que no era la última vez que me iba a encontrar con Mónica Rouanet, lo que ya ha sucedido con Nada importante, una novela que, según nos contó, tiene su germen en una serie que pese a la fama que había tenido cuando se emitió hace años, nunca había visto hasta que la pandemia nos encerró en casa a todos, y se dio cuenta de que a pesar de todo el tiempo que había pasado y aunque se ha avanzado algo, la sociedad no había cambiado en exceso sus comportamientos.
Un hombre que pasea a su perro de madrugada cuando vuelve de una juerga, se encuentra con una joven que ha sido apuñalada, y a la que da por muerta, junto al cadáver de su exnovio. Todo parece indicar que se trata de un crimen pasional, ¡qué va a ser si no!.
Pero la joven que en un principio parecía que estaba muerta es trasladada al hospital, aunque nadie piensa que se pueda recuperar de las graves lesiones que padece. La prensa no desaprovechará esta ocasión para que la noticia se cuele en los primeros lugares en todos los medios, las asociaciones de feministas se congregarán a la puerta del hospital y Minerva, que así se llama la joven, estará en boca de todos mientras conjeturan, comentan y juzgan que es lo que ha podido pasar.
Minerva no recuerda nada cuando sale del coma en el que ha estado, y todo empieza a perder interés, poco a poco todo se irá diluyendo y hasta el Inspector encargado del crimen tendrá prisa por cerrar el caso y no se planteará otras hipótesis. Está claro lo que ha pasado, el chico ha acuchillado a su expareja y luego se ha suicidado, para qué darle más vueltas.
Nada importante comienza en 1991 con la agresión de Minerva y todo lo que rodea a su recuperación, para después dar un salto hasta 2020 y conocer cómo ha intentado rehacer su vida. Un lapso de 30 años que nos llevará, irremediablemente, a cuestionarnos si se ha cambiado lo suficiente en un tema tan candente como la violencia de género, que es una lacra para nuestra sociedad. Unas agresiones a las que hace 30 años, más allá de la noticia, poca importancia se daba ni siquiera a la hora de seguir una investigación policial, y en las que la mujer, además de ser la víctima, terminaba siendo culpabilizada por lo que la había pasado. Y sí, indudablemente algo se ha adelantado, pero no lo suficiente cuando una mujer tiene que seguir dando explicaciones cuando es agredida sobre de dónde venía, que hacía o cómo iba vestida, y se sigue cuestionando si no habrá sido ella la que habrá provocado tal situación. Y por muchos cambios de nombre que se hayan querido dar a estas agresiones, al final poco se ha cambiado y la mujer es la que sigue siendo puesta en cuestión.
Pero en Nada importante no solo se nos va a hacer reflexionar sobre cómo la sociedad sigue consintiendo de manera tácita situaciones y comportamientos machistas de los que a veces sin darnos cuenta las mujeres somos protagonistas, sino también sobre la lucha de las mujeres por su lugar en la sociedad, por la igualdad real, por poder tomar libremente sus propias decisiones sin que por ello tengan que soportar juicios y, sobre todo, porque puedan vivir sin miedo.
Y en lo anterior tienen un papel muy importante personajes como Hilda y la Doctora Fuentes, aunque no quiero olvidar el momento, en mi opinión, estelar de la madre de una de las pacientes que está con Minerva en la clínica; y cómo también a través de otros personajes Mónica Rouanet tocará temas como la difícil incorporación de la mujer a profesiones a las que parecían tener vetado el acceso; o el papel de la prensa carente de cualquier ética y moral a la hora de lograr la «noticia», buscando el morbo y el sensacionalismo.
Y es que una de las bazas sustanciales de Nada importante son los personajes con perfiles psicológicos muy trabajados que crea Mónica Rouanet, que en una narración en tercera persona introduce distintas voces y perspectivas, llevando al lector a encontrarse con sus historias personales y consiguiendo que, aunque no estemos de acuerdo con sus actos, al conocer de dónde vienen, podamos llegar a entenderlos.
Nada importante es una novela de la que se puede hablar largo y tendido, debatir sobre lo que en ella se trata y que desde aquí os animo a leer, una novela que gracias a su ritmo tremendamente ágil os durara un suspiro en las manos y que además nos hará reflexionar sobre lo leído, y en la que además descubriremos muchas situaciones que al leerlas no nos resultarán tan ajenas, porque ¿Cuántas mujeres que conocemos han renunciado a sus amigas, y no digamos amigos, y acogido como propios a los de su pareja? Para muestra un botón.
Justo la he terminado hace unos días y coincido contigo. Es una novela que invita y mucho a la reflexión.
Besotes!!!
Me gustó mucho esta lectura y, efectivamente, da para mucho hablar y debatir.
Besos<
Me voy a comprar el libro, ya quiero saberlo todo, ¡me encantan los thrillers!
Gracias por tan buen review. Saludos.