ExLibric, mayo 2024
Álvaro González de Aledo, autor santanderino, nos vuelve a hacer viajar a bordo de su pequeño velero, el Corto Maltés, con Me acostumbré al cenizo (Santander-Londres-Santander en el Corto Maltés).
Álvaro González de Aledo ya nos ha hecho subir a bordo de su pequeño velero, el Corto Maltés, en más de una ocasión, gracias a cómo nos lo cuenta en cada uno de sus libros. Y, su último viaje, no ha sido para menos. ¿Habrá ido cómo siempre? ¿Se habrá encontrado con alguna dificultad añadida? ¿Ha decidido rendirse tras este último viaje?
En esta ocasión, lo podemos acompañar desde Santander hasta Londres y de vuelta a Santander. Tres meses en los que ascendió al Finisterre francés, atajó por los canales a Bretaña y atravesó ocho ríos y ciento treinta y una esclusas.
En Me acostumbré al cenizo, Álvaro, nos ha contado que, entre unas cosas y otras, esta travesía, le ha resultado ser la peor hasta el momento… La meteorología, los temporales, las averías e incluso la deserción de un tripulante son algunos de los factores que han hecho categorizar así a este viaje.
Y, es que, cuando estás a bordo de un barco, todo puede parecer tanto efímero como una eternidad. Al fin y al cabo, a todo se acostumbran. Y, como dice el autor, aunque el viaje haya sido un poco más incómodo que los anteriores, ganar la batalla y tener la satisfacción de haber llegado a Londres en su pequeño barco le hacen darse cuenta de que la vela sigue mereciendo la pena y es una manera increíble de conocer un pedacito del mundo que nos rodea.
Álvaro González de Aledo es médico especialista en Pediatría, Medicina Preventiva y Salud Pública, con dedicación exclusiva en la Consejería de Sanidad de Santander.
La participación e implicación de Álvaro con la salud infantil va más allá de su profesión para convertirse en una vocación, combinando su formación pediátrica y su afición a la navegación.
Desde 2003 organiza un grupo de médicos y capitanes que enseñan a navegar a vela a niños con enfermedades oncológicas del Hospital Valdecilla, una actividad en la que ya han participado 79 niños.
La afición de Álvaro por la vela se convierte en terapia y motivación infantil, una combinación perfecta entre su profesión como pediatra y Capitán de Yate a la que también añade una nota de color. Álvaro lleva a la práctica y al perfeccionamiento un lenguaje mezcla de literatura y dibujo, las «dibucartas» y «dibupoemas», donde las letras de una carta o un poema configuran la silueta de un personaje, dibujo animado u objeto, combinando el arte y la literatura.
Su relación con el mar le llega de pequeño, aprendió a navegar en las escuelas de vela en un momento en el que este deporte se puso de moda allá por los 70 en la bahía de Santander, formación que convierte en experiencia con dos travesías por el Atlántico y varias por el Mediterráneo y mar Cantábrico en veleros de chárter, además de cinco campañas en el motovelero Zorba, de Greenpeace. En total más de 30.000 millas navegadas.
Propietario de un pequeño velero de menos de 7 metros de eslora, en 2012 se propuso su gesta más complicada hasta ese momento, la cincunnavegación de la Península Ibérica completa (volviendo al Cantábrico por el Canal de Midi), experiencia que logró finalizar con éxito y dio
origen al libro La vuelta a España del Corto Maltés. De Santander a Santander en un velero de 6 metros. Su principal objetivo con esta circunnavegación fue demostrar que es posible hacer grandes viajes con veleros pequeños y con presupuestos limitados.
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