Versátil, febrero 2020
La autora cordobesa María José Moreno regresa a la literatura intimista con Aquella vez en Berlín, su última novela, que acaba de publicar Ediciones Versátil.
A María José Moreno le han hecho falta muchos años de escritura, más de una década en el mercado editorial y la buena acogida de sus cinco novelas anteriores para poder urdir una trama como la de Aquella vez en Berlín (Ediciones Versátil). Esta es una obra madura, una historia plagada de secretos, cuya complejidad se sustenta en algo que va más allá del azar o las casualidades, «el principio de la coincidencia significativa o sincro-destino», nos desvela la escritora cordobesa. Los cuatro protagonistas principales se relacionan tejiendo una red que pone de manifiesto «cómo las decisiones, grandes o pequeñas, pueden llenar de luces y de sombras nuestra vida y cómo nace la culpa cuando somos conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones, junto a la necesidad de reparación para obtener el perdón».
Las sincronicidades marcan el destino de los cuatro personajes principales: Richard, el gran protagonista ausente; Thomas, siempre presente y a la vez tratando de pasar desapercibido; Marie, en una lucha constante por que le permitan ser quien realmente quiere ser y Lisa, que a sus dieciocho descubre que realmente no sabe nada sobre su familia. Todos ellos «son víctimas de sí mismos, son sus propios carceleros; y a la vez son supervivientes de esa contienda íntima que mantienen para liberarse de la prisión de su pensamiento rígido e implacable, que los llena de culpa», asegura la autora quien, además de explorar los recovecos del alma humana a través de la literatura, es una experta en el estudio de trastornos de la personalidad y de la conducta, con una experiencia en psiquiatría clínica de más de tres décadas.
María José Moreno ha escrito esta novela «desde las entrañas», esta es una novela de madurez «resultado de mi camino biográfico y de mis propias circunstancias», pero a la vez, es consciente de que su condición de psiquiatra la ha ayudado a crear a los complejos personajes de Aquella vez en Berlín, «mi profesión me ha acercado a diario a la mente de personas presas de su pasado, de sus pensamientos y de sus actuaciones. Sentía la necesidad de plantear estos temas que recogen realidades que cualquier persona está sufriendo o sufrirá. La única manera posible de hacerlo era desnudando el alma; de esa forma he podido crear esa atmósfera de intimidad que requieren las confesiones liberadoras».
Aquella vez en Berlín lleva lector a plantearse si necesitamos las mentiras para poder sobrevivir o si es la verdad lo único que nos ayuda a vivir una existencia plena. Para María José Moreno, ambas visiones son correctas, todo depende del momento vital en que nos encontremos, «el concepto de que la verdad es salvación y curación, está ampliamente recogido en la mayoría de las religiones, en teorías filosóficas importantes y, cómo no, fue el caballo de batalla de Freud y el origen de su tratamiento. Para él, la verdad tiene que ser, tanto a nivel consciente como inconsciente, nuestro gran carcelero. La sinceridad es la pauta del niño en los primeros años de vida, pero enseguida se ve interferida por mecanismos de control y censura que los llevan a utilizar la mentira. Mentimos por temor, como medio para sobrevivir, y mentimos por compasión —la mentira piadosa—, pensando por los demás y eminentemente paternalista. De ambas, esta última es la que nunca debería prevalecer, pues quita autonomía a la otra persona».
María José Moreno regresa con una novela en la que la culpa, la redención y la salvación son el gran eje sobre el que se sustenta, «no puede haber salvación sin redención. Esta debe ser entendida como el rescate, del modo que sea, de nuestros pecados, de nuestros demonios personales, de nuestra vida enajenada, rutinaria, de engaños, de dolor, de culpa… Solo de esa manera llegaremos a la salvación, entendida como una forma de estar fuera de peligro, libres. En definitiva, a salvo de nosotros mismo y de los demás; en paz».
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