Marcelo

Contraluz Editorial, mayo 2022

Guillermo Fesser rinde en Marcelo un emotivo homenaje a los emigrantes hispanos en Estados Unidos.

Guillermo Fesser ha escrito la novela de la vida de Marcelo Hernández, barman de una de las barras más legendarias del universo, la del Oyster Bar de Grand Central Terminal de Nueva York. Marcelo lleva 55 años iluminando a una variopinta galería de personajes que saben de su carisma y buen hacer más allá de su habilidad preparando cócteles. Su personalidad y su peripecia vital (su niñez en Ecuador, su llegada al nuevo país, la dureza de los primeros años) son la base de un relato que rinde homenaje a los emigrantes hispanos en Estados Unidos. Con Marcelo, Fesser (Madrid, 1960) sumerge al lector en el Manhattan de las últimas décadas hasta la actualidad cuando el destino del bondadoso barman se cruza, por un lado, con el de Dylan, un millenial arrogante y adicto a las redes sociales que se verá obligado a aprender el oficio, y por otro, con la posibilidad de recuperar un amor perdido.

El periodista y cineasta madrileño ha querido retratar no solo el paisaje sino también un paisanaje de lo más variado, acercarse y plasmar esa multiculturalidad que allí es la norma. “Desfilan gente de muchas formas y colores, con muchos acentos e historias dentro. Y frente a todos ellos Marcelo como magistral director de orquesta. Él tiene ante sí cada día una multitud de intérpretes; unos con un sonido muy alto, otros más bajo, más callados, más estridentes… Él hace esa labor de coordinación que puede concretarse en cambiar a alguien de sitio o en presentar a dos personas que no se conocen y merecen conocerse. Su objetivo es que haya armonía y eso pasa en gran medida por hacer sentir a cada uno de los que están que son, para él, la persona más interesante del planeta”.

Fesser ha decidido añadir ficción a la historia de Marcelo inventando el personaje de Dylan. “La figura del millenial me ha servido para reconciliarme con esa generación a la cual los de mi edad tendemos a percibirla como demasiado interesada en ella misma cuando, en realidad, es la generación con la mente más abierta y con el mayor nivel de compasión en la historia de la humanidad. Y tal como está la humanidad, compasión y mente abierta no nos vienen nada mal”.

El autor conoció a Marcelo cuando preparaba su libro A cien millas de Manhattan y un amigo le avisó de que si no probaba el sándwich de ostras fritas que preparan en el Oyster Bar no tendría una verdadera idea de lo que es Nueva York. Le pareció entrañable y volvió algunas veces más. En una de esas visitas su esposa Sarah le animó a escribir algo sobre el barman ecuatoriano. “Durante varios años, estuve entrevistándole. La idea inicial era evitar la ficción y contar su vida tal cual pero me di cuenta de que si quería emocionar al lector necesitaba algo de fantasía, que elevara ese material tan sólido. Le pedí permiso para hacer esa mezcla”.

Afincado desde hace dos décadas en Rhinebeck, Fesser cree necesario recordar el papel clave de los emigrantes hispanos en la historia de Estados Unidos a los que considera el verdadero motor de la economía de este país. “Son los que están en las cocinas de los restaurantes, los que están recogiendo los campos de cultivo, los que trabajan en los mataderos de carne, los que están construyendo casas, tapias y patios… Están por todas partes pero cuando aparecen en la conversación lo hacen como figuras de serie B. Apetece que tu hija sepa español porque va a conseguir un mejor puesto pero ya no tanto que se relacione con un hispano y eso acabe en boda”.

La razón de esto estaría, según Fesser, en que se confunde lo hispano “con una última inmigración venida de Centroamérica y destrozada por la política de Estados Unidos hace cincuenta años. Es gente muy digna y encantadora pero al asociarse con eso casi de forma exclusiva se olvida que detrás de lo hispano hay una cultura espectacular con un señor que se llama Cervantes, con unas catedrales que están por toda América y con tantas otras cosas. Hay que reivindicar que lo hispano no es algo nuevo en Estados Unidos, sino que lleva aquí desde hace quinientos años aportando al desarrollo de este país. Una manera de reivindicarlo es con lo que los estadounidenses llaman ‘role models’, modelos sociales a seguir, héroes… Marcelo es uno de ellos”.

Guillermo Fesser trabaja como periodista desde que se diera a conocer en los años ochenta con el programa Gomaespuma, cuyo diseño y creación compartió con Juan Luis Cano.

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si quieres contactar con nosotras…

lectoralector@gmail.com

Suscríbete!


Loading

CUPÓN DESCUENTO CASA DEL LIBRO

Disponible para Amazon Prime