Hay libros que llegan de repente y se hacen hueco por un buen comentario, una buena reseña, recomendación o simplemente porque la sinopsis te llama la atención. Las hienas de Manuela Vázquez tenía un componente que para mi ejerce una verdadera atracción: la psicología, la psiquiatría en este caso.
En Las hienas vamos a encontrarnos con un psiquiatra, Nicolás Peñalver, que arrastra un terrible peso desde que el año anterior una de sus pacientes, por la que además sentía una fuerte atracción, se suicidara después de una larga terapia con él. Nico, tiene una vida podríamos decir plena: está casado, tiene dos hijas, una clínica que va bastante bien y no le falta el dinero, sin embargo, el lastre que acarrea tras la muerte de Patricia Echenique hace que no pueda ser tan feliz como debería.
Quizá a algunos de vosotros ya os suenen estos nombres, si es así, encontraréis más de una referencia que os harán entender más aún a los personajes.
Con esta situación llega a su consulta un nuevo paciente, Marc, un famoso que ni siquiera quiere pisar la clínica por miedo a que le pillen acudiendo a la consulta de un psiquiatra. Marc tiene un gran problema: su novia Ana, una chica aparentemente muy problemática, de la que está enamorado, aunque no quiere reconocerlo, y a la que se niega dejar escapar. Marc solo puede reconocer que le está haciendo perder la cabeza y por eso reclama ayuda de Nicolás. Inicialmente, Nico no quiere ni siquiera tratar a Marc que una de sus primeras exigencias es no ser atendido en la clínica para no ser visto, pero esta sólo será una de las primeras reglas que Nico se saltará con su paciente ya que algo hay en la historia de la novia de Marc que le atrae profundamente.
A partir de aquí, viviremos de la mano de Nico, y siempre desde su punto de vista, todo lo que Marc le va contando de su novia y cómo esto va acrecentando las ganas del psiquiatra por conocer a esa chica a la que Marc pinta tan mal y de la que es incapaz de separarse. Tal será la obsesión de Nico, que provocará un encuentro con ella para conocerla, quizá la peor decisión de su vida.
Desde que Nico conoce a Ana, empezaremos nosotros también a conocerla, a ver todas sus caras (ya no solo a través de lo que Marc cuenta sino también de lo que Nico vive con ella) y en consecuencia a dudar, como el propio Nico, de todo lo que dicen todos los personajes de esta novela porque, ¿quién está diciendo la verdad?¿quién tiene realmente algo que ocultar?¿cuáles son los propósitos finales de cada uno de los personajes?
Y es que uno de los puntos fuertes de Las hienas, quizá el que más, son los personajes. Si bien los principales podemos decir que son los tres ya presentados: Ana, Nico y Marc, por esta historia desfilan muchos otros llenos de aristas, de recovecos, de medias verdades y sobre todo de intereses y es que en Las hienas todos velan por sobrevivir a costa de todo y muchas veces, de todos, por ocultar sus propias mentiras o por creérselas ellos mismos para vivir más tranquilos.
Creo que Manuela Vázquez ha tenido que hacer una gran labor de documentación en este aspecto para crear una novela en la que la historia en sí, a mi criterio, es lo que menos importa. Importa la evolución de los personajes, sus acciones, en lo que desembocan esas acciones y en lo que llegan a convertirse algunos de ellos. Lo verdaderamente importante es la psicología de los personajes y haber logrado construir con ella una historia que no cojea, que da varios giros sin desvelar nada, que engancha y que te crees hasta el final. Una historia en la que nosotros mismos, no vamos a saber a quién creer hasta que el autor quiera. Gran labor sobre todo con el personaje de Ana, un personaje que es varios en sí, complejo, lleno de personalidad y a la que he compadecido y querido matar a partes iguales. Y Nicolás, porque haber llevado al límite la personalidad de un psiquiatra, que debería ser el más cuerdo de todos los personajes, y que resulte creíble, creo que tiene un gran trabajo detrás.
Y no quiero dejar de hablar del final, un final inesperado, digno de thriller, bien armado, con sentido y que me ha tenido enganchada a las 100 últimas páginas de la novela sin poderme despegar. Un final que nos deja con la reflexión una vez más de que hay casos con resoluciones injustas, casos en los que todas las evidencias apuntan hacia un lugar equivocado pero contra las que no se puede hacer nada para frustración de las fuerzas del orden.
Finalmente, como curiosidad, no perdáis de vista a la autora, una escritora ficticia que murió en 2011, su historia también está escrita en otra novela y en Las hienas se dan algunas pistas para conocer su identidad, ¿te atreves a jugar?
Me gusta lo que cuentas, sobre todo lo del final inesperado, me la apunto. Besos
La verdad es que pinta muy bien, me has dejado con muchas ganas de conocer a esos personajes… me lo voy a pensar un poco pero me tientas mucho mucho, solo me está frenando el montón de pendientes que estoy viendo ahí acumulados (y los que no veo en este momento).
Besos.
Qué buena pinta. Y cuánta intriga. Me la llevo. Bss
No lo conocía y tiene muy buen pinta. Me lo llevo.
Un beso
Me dejas intrigadísima con la novela y con la autora. Me lo llevo sin duda.
Besos
Me ha encantado! Sigo el blog pero no suelo comentar nada, esta vez no puedo evitarlo! Gracias por la reseña, porque me animó a comprarlo y me ha tenido atrapada hasta el final! Es una locura muy divertida! Recomendable a tope!!
Ah, y creo que ya sé quién es Manuela Vázquez…
Jolin, por si fuese poco aliciente la historia que tiene Las hienas, encima lo de la escritora en otra novela. La apunto, que tiene un pintón estupendo.
Besos