Planeta, marzo 2021
¿Cargamos demasiado la mochila con recuerdos que nos bloquean el presente y el futuro? Las cicatrices que no duelen, de la psiquiatra Anabel González. La importancia y necesidad de vencer los traumas y bloqueos del pasado. Nunca es tarde para volver a disfrutar del presente y del futuro.
Si en su anterior libro, Lo bueno de tener un mal día, Anabel González ahondaba en la importancia de escuchar nuestras emociones, aprender a gestionarlas y no guardarlas en un cajón, en Las cicatrices no duelen nos explica que superar los traumas/bloqueos/heridas del pasado es posible, y necesario: hay que soltar lastre y vaciar nuestra mochila para poder avanzar. Y NUNCA es tarde para conseguirlo.
La psiquiatra hace un símil entre las heridas emocionales y las heridas físicas: cuando nos hacemos una herida hay que limpiarla bien y dejarla secar al aire, así se irá cerrando, se volverá una cicatriz y dejará de doler. Al mirarla, recordaremos lo que pasó, pero ya no sentiremos dolor. Si, por el contrario, tapamos la herida y decimos que no está es posible que acabe infectándose y generando un problema de más envergadura. Con las heridas emocionales pasa lo mismo: hay que dejarlas a la vista, curarlas y hacer que se conviertan cicatrices. Esas cicatrices nos convertirán en las personas que llegamos a ser.
Anabel González habla del EMDR (Eye Movement Desensibilization and Reprocessing) como una terapia para superar lo que se consideran los trastornos de estrés postraumáticos.
Anabel González es psiquiatra y psicoterapeuta. Doctora en Medicina y especialista en Criminología pertenece a la directiva de la Sociedad Europea de Trauma y Disociación (ESTD), es vicepresidenta de la Asociación EMDR España y entrenadora acreditada de terapia EMDR. Trabaja en el Hospital Universitario de A Coruña con personas con historias de trauma complejo y poblaciones en exclusión social y ha coordinado diversas investigaciones en torno al trabajo con trauma y a la regulación emocional.
0 Comments