NUESTRA OPINIÓN …
En la Feria del Libro pasada, nos presentaron y pusieron sobre la pista, de un autor que sacaría su primera novela después del verano, se trataba de Guillermo Borao y La sastrería de Scaramuzzelli. El anzuelo estaba tirado y ya se sabe lo que nos pasa a los que amamos tener un libro en las manos. La intriga sobre lo que nos podríamos encontrar estaba servida.
Joseph Langhorne lucha contra la tuberculosis e intuye que no le queda mucha vida, pero aún así hace un esfuerzo para contarle a su hijo que también está enfermo, historias que imagina tras la ventana de la habitación, como si ese hueco con cortinas alrededor fuese un escenario en el que transcurren los cuentos que le narra. Y precisamente uno de ellos, se desarrolla en el pueblo en el que viven y tiene como protagonistas a sus habitantes y a ellos mismos.
Tonleystone es un pueblo apartado de la capital, con una Gran Avenida y una próspera fábrica de tejidos propiedad de Joseph Langhorne, en el que sus días transcurren con tranquilidad y nunca pasa nada. En él sus habitantes gozan de una existencia boyante en un ámbito rural, y de una buena vida que nadie perturba, hasta que un día llega Barros Scaramuzzelli y decide poner allí una sastrería. Una llegada y una decisión que lo cambiará todo.
La sastrería de Scaramuzzelli no es una lectura para cualquier momento, es una novela diferente que necesita atención, por lo que lo ideal es buscar ese tiempo de pausa en el que disfrutar con tranquilidad de esa forma de escribir cuidada y elegante que nos regala Guillermo Borao, en la que a través de una narración llena de matices y detalles, nos hace reflexionar sobre lo que nos quiere contar con esta historia. Una novela que pone en valor esas pequeñas cosas a las que se nos olvida dar valor en nuestra vida cotidiana, el valor de la amistad, la familia, la paternidad y los lazos que se tejen entre las personas.
La sastrería de Scaramuzzelli, aunque pueda parecerlo por los guiños que encontramos en ella, no es una novela dedicada a la moda aunque también se vista con ella, sino que más bien a lo que Borao quiere llevarnos es a una reflexión sobre la diferencia de clases, y cómo la alta costura y el poder de la moda incide en ella. Cómo lo que llevamos puede definirnos, pesar sobre nuestra felicidad o llevarnos a pensar si somos mejores que otros por el solo hecho de llevar una prenda determinada.
Guillermo Borao nos ofrece en esta lectura una fábula que nos adentra en un mundo mágico con un inesperado final, y nos lleva a pensar sobre el sentido de la vida, sobre el azar, a plantearnos lo que es real y no en la vida que se lleva en la actualidad, y todo ello a través de historias cruzadas con guiños a la moda y sobre todo a la literatura.
De acuerdo con tus impresiones, es una novela muy original y bien escrita.
Besos.
Me dejas con ganas de leerla. Tomo buena nota.
Besotes!!!
Es una novela para leer con tiempo así que habrá que buscarle el momento adecuado
Besos