NUESTRA OPINIÓN …
Desde que descubrimos a Elia Barceló con Las largas sombras, todas nuestras alertas saltan en cuanto se rumorea que hay en puertas una nueva novela suya. Además, en esta ocasión nos hablaban de la incursión de la autora en la novela negra. Estaba claro no nos podíamos perder La noche de plata.
Unos huesos infantiles son encontrados por los propietarios de una casa cuando estaban realizando labores de jardinería en su casa.
Poco se puede sacar en claro cuando el comisario Wolf Altmann se encarga de esa investigación. El enterramiento es de hace bastante tiempo y no parece que haya muchos indicios de los que poder tirar para solucionar el caso.
Al mismo tiempo una antigua colega y amiga de Wolf Altmann llega a Viena. Es una policía española que pertenece al cuerpo de secuestros y homicidios, a quien el Comisario conoció en terribles circunstancias para ella.
Tras la perdida de su marido hace tres años y un caso que se complicó bastante, Carola no está en su mejor momento, por lo que decide poner tierra por medio y, tras pedir una excedencia, viaja a la capital austriaca con el encargo de inventariar la biblioteca de un anticuario y marchante de arte fallecido a causa de un accidente. Un trabajo que no le será del todo ajeno ya que antes de ingresar en la Policía estudió biblioteconomía.
Estas son las dos premisas de las que Elia Baraceló tira en La noche de plata para narrarnos una historia que tiene como tema principal la desaparición de niños de los que nunca se vuelve a saber nada.
Elia Barceló, a través de una excelente ambientación, nos lleva hasta una ciudad que a los extranjeros se nos antoja idílica, y aún más en la época navideña que la sitúa, para contarnos una historia que en muchas ocasiones nos pondrá los pelos de punta.
Y es que uno de los mayores temores de un padre es que un niño se le despiste en algún momento por más atento que esté y más cuidado que lleve y haya avisado al niño de que no se separe y esté atento. Es ésta una situación que genera una angustia y un estado de ansiedad que no se desea a nadie. Es verdad que en la mayoría de los casos todo se queda en un buen susto pero desgraciadamente también hay alguno en que no es así, y en estos últimos casos está claro que esa desaparición no ha sido por la voluntad del niño.
La noche de planta es una historia tejida a través de dos hilos que se van alternando, y de los que Carola es el hilo catalizador. Ella es una mujer con sus miedos, sus esperanzas, sus fantasmas, sus equivocaciones, que no es perfecta tiene sus luces y sus sombras, con un hijo que ya ha crecido, que ha empezado a volar, al que quizás hubiera tenido que prestar más atención y no conozca tanto como piensa, y con la jubilación llamando a sus puertas que le hace reflexionar cómo será su vida a partir de entonces.
Me gustan las protagonistas de las novelas de Elia Barceló, ya que se trata de mujeres de cierta edad, muy parecida a la mía, mujeres que ya no son jóvenes pero que seguramente estén viviendo, tanto a nivel personal como profesionalmente, uno de los mejores momentos de su vida, vitales y que tienen claro lo que quieren. Cada vez con más ganas de ser ellas mismas, de vivir, y menos de tener que estar pendientes de agradar continuamente a los demás.
En La noche de plata no vamos a encontrar un thriller, ni una novela de ritmo vertiginoso, más bien encontraremos un ritmo reposado, con una tensión latente a lo largo de toda la narración, y aunque seguramente pensemos que se dan demasiadas casualidades a lo largo de la trama y sea algo que no terminen de convencernos, este punto quedará eclipsado por el buen hacer de Elia Barceló, esa manera elegante que tiene de escribir, de envolvernos con las palabras, que junto con la historia de Carola, consigue que el lector se deje llevar, manteniendo su atención y sin que le importe nada más.
Además hay que agradecer a Elia Barceló que, pese a sumergirnos en una trama oscura, un mundo lleno de depravación que, sin duda, en más de una ocasión nos pondrá los pelos de punta y nos llenará de angustia, esto sucede más por lo que el lector intuye e imagina que por lo que la autora narra, ya que no le hace falta entrar en detalles para dotar de toda su fuerza al relato.
Coincidimos en impresiones. No es una novela negra al uso y sin duda se dan demasiadas casualidades, pero todo pasa a un segundo plano cuando de disfrutar del buen hacer de la autora se trata.
Besos.
Hola,
de Elia solo leí el primero y me gustó mucho, tanto que exceptuando este todos los demás los tengo en casa pero aún no he visto el momento de leerlos. Por otro lado, sobre este he leído diversas opiniones así que de momento no me voy a animar.
Un beso
Lo de las demasiadas casualidades lo he visto ya en varias reseñas. Lo tengo pendiente, pero veo que voy a tener que bajar un poco mis expectativas.
Besotes!!!
Es una autora que me encanta y que me convence cuente lo que cuente. Tiene una prosa tan tan bonita…
Besos