NUESTRA OPINIÓN …
A veces después de leer un libro que te ha producido muchas sensaciones no sabes muy bien como lo vas a poder plasmar en palabras, y se te antoja que no va a ser fácil. Eso es precisamente lo que me ha pasado a mi con La lluvia de Ionah.
Santiago Pajares ha escrito un cuento (no sé muy bien si es correcto llamarlo de esta manera) en el que vamos a compartir con Ionah pensamientos y reflexiones. También nos asaltarán sus dudas y participaremos de sus miedos.
Ionah nos va a relatar en primera persona su historia, y nos va a resultar extremadamente fácil ponernos en su piel, sentir como él siente, trasladarnos a ese trozo de desierto al que se reduce su vida y en el que vive con su madre, en el que lo único que tienen es un par de palmeras, un pozo, un pequeño huerto, rocas, las trampas con las que cazan los lagartos de cuya carne se alimentan y arena, mucha arena, tanta que no tiene fin, y aunque se suba al tejado del cobertizo en el que se resguardan por la noche y cuando se les vienen encima las tormentas de arena (otra vez arena), sus ojos no podrán ver otra cosa.
Todo lo que conoce Ionah fuera de ese espacio es lo que le ha contado su madre, ni siquiera conoce la lluvia que tan necesaria y esquiva les es. Su madre es la única referencia de lo que existe o ha podido existir fuera de ese mundo, de como eran las cosas «antes de que todo cambiara».
Porque esa va a ser la única referencia que vamos a tener de cuando transcurre esta historia, «antes de que todo cambiara». Una historia dura, de supervivencia, de búsqueda, de superación.
Una historia en la que la palabra es tan importante como elemento de comunicación y sobre todo de transmisión, porque es indispensable, y sin esas palabras que Ionah tenía que decir en alto para no
olvidar el sonido de su propia voz que sonaba tan
distinta dentro de su cabeza recalentada, su madre no hubiera podido enseñarle lo que necesitaba saber de lo que sucedió y porqué «antes de que todo cambiara», y para advertirle y ponerle en guardia para cuando ella no estuviera, o hasta para que pudiera reconocer objetos que nunca había visto. Y Ionah sabe que se tendrá que valer de sus recuerdos, que es algo que nadie nunca podrá quitarle.
Ionah descubrirá en su momento que necesita poner esas palabras por escrito, plasmarlas en papel aunque sea con su propia sangre porque no tiene otra cosa con que transcribirlas. Y le resultará doloroso no sólo por la herida que tiene que hacerse una y otra vez para poder seguir escribiendo, también al recordar esas palabras de su madre, y también sufre por que ya no estén sólo en su cabeza duele y porque teme que una vez estén escritas dejen de pertenecerle y vaya a perderlas.
Pero la palabra no sólo es importante en la novela en el aspecto antes mencionado. Lo es también la forma y las palabras que utiliza Santiago Pajares para crearla, por lo que dice y por como lo dice, por lo que nos transmite y por lo que nos hace sentir. Santiago Pajares tiene una forma de escribir, que me cautivó en sus anteriores novelas, y que lo ha vuelto conseguir esta vez, sabe como atraer la atención del lector, como sembrar la curiosidad en él.
No va a ser una lectura para avanzar rápido en ella, aunque las palabras que utilice sean sencillas. Es una lectura para degustar, para detenerse, para volver sobre ella, para disfrutarla y para pensar. Es una lectura que sin duda nos va a calar y va a dejar su huella en nosotros.
«Me tengo que valer de mis recursos, que es algo que nadie nunca me podrá quitar».
«Consigues algunas cosas y tienes miedo de perderlas, y el miedo te resta coraje».
«Tener algo, perderlo, recuperarlo y volverlo a perder es mucho peor que no haberlo tenido nunca».
«Sólo se pierde aquello que no se usa».
«Debes comprender que la historia más importante siempre es la que no escribes. La que está por venir».
La asistenta: El adictivo thriller viral que está arrasando internacionalmente: 1 (SUMA)
5% Fuera
Tengo muchas ganas de leer El paso de la hélice. Éste no me llama tanto la atención, pero con lo que nos dices tal vez debería también una oportunidad. No obstante, leería antes el otro.
¡Besos!
No he leído aún a este autor, pero lo que cuentas de este libro me gusta, aunque para otro momento más tranquilo. Tomo nota para más adelante!
Un beso
No lo conocía, pero lo cierto es que tu reseñas me ha llamado la atenci´n.
Me lo llevo anotado, besos.
A mi lista de pendientes va.Tiene pinta de gustarme. Un besote
Yo no lo tengo claro con esta historia. Desde luego no es para este momento en que voy como una moto. Quizá para más adelante.
Gracias por la reseña.
Besos
Pinta genial. No lo conocía y me llama la atención, pero ahora estoy un poco agobiada y no puedo con más.
Tendré presente a este autor para más adelante
Besos
Yo no he leído nada de este autor, pero ya sabes que lo tengo apuntadísimo siguiendo tu recomendación, pero es que tengo taaaaaanto pendiente.
Besos.
NO he leído al autor y no me importaría animarme con él. Tiene buena pinta lo que cuentas :)
Bs.
Pues aquí otra que no ha leído a este hombre!
Toca remediarlo =)
Besotes
Pues no he leído nada del autor. Y como dice Shorby, toca remediarlo.
Besotes!!!
No me había fijado en este libro. NO me importaría leerlo.
Terminé hace poco "El paso de la hélice" y aunque me gustó no sé si me apetece repetir tan pronto con este autor. Ya veremos… Bss