NUESTRA OPINIÓN …
Desde que leí Ana de Roberto Santiago, se abrió ante mí un universo que nunca había explorado y que me encantó: las novelas judiciales. Por eso, cuando vi entre las novedades La jurado 272 de Graham Moore no tuve dudas: thriller, juicio y un poco de misterio, ¿Qué podía salir mal? Además, el autor se basó en su propia experiencia como miembro de un jurado para escribir esta novela.
En La jurado 272 nos vamos a encontrar dos espacios temporales: el pasado en el que un grupo de personas son elegidas para formar parte de un juicio popular en el que se juzga a un hombre de raza negra acusado de asesinar a una mujer con la que se dice que mantenía una relación y cuyo cuerpo no ha sido hallado y, por otra parte, el presente, en el que han pasado diez años desde que ese jurado absolvió a esa persona, tras un juicio altamente mediático y, una de las personas que participó en ese jurado y que dice tener nuevas pruebas de que se equivocaron, es asesinada. Para más inri, la principal sospechosa es Maya Seale.
No os desvelo nada con el veredicto del jurado ya que en realidad la novela se desarrolla en el presente, en el que ya sabemos lo que ha ocurrido en el juicio y con esos saltos al pasado lo que haremos será conocer cómo fue todo el proceso en su momento, desde la llamada por el estado para ser candidatos a formar parte de ese jurado hasta el momento del veredicto final, pasando por todas las deliberaciones. Un juicio que se preveía que fuera breve por su aparente contundencia, y se convirtió en cuatro meses de deliberaciones en las que todo empezó en una votación de uno frente a once a favor de que fuera declarado culpable y, poco a poco, nuestra protagonista absoluta, Maya Seale, consiguió dar totalmente la vuelta al veredicto y que finalmente fuera declarado inocente.
Me ha encantado una vez más verme envuelta en un proceso judicial y, en este caso, a diferencia de Ana, en un proceso judicial estadounidente (con el plus de que se está juzgando a una persona de raza negra y toda la controversia que hay en este país, cosa que también se ve reflejada en la novela), esta vez, mucho más parecido a lo que vemos en las películas. Agradezco a Graham Moore la claridad en las explicaciones de los procesos así como lo bien que están integradas en la trama sin que en ningún momento lastre la lectura. También me ha gustado mucho conocer esos procedimientos internos de los juicios y cómo el autor nos va dando la información en la misma medida que la tuvieron en su momento los integrantes del jurado para así ponernos en la tesitura de que seamos un miembro más del jurado. Es curioso como, aunque a veces las sentencias parecen claras, cuando hay que basarse en unas leyes para crear una acusación, no todo es tan sencillo y, hasta la más clara de las evidencias necesita una demostración científica de que eso ha sido así, de que no hay ningún ápice de duda de que ha podido ser de otra manera y que cualquier resquicio puede valer a un buen abogado para hacer una buena defensa y librar de la cárcel al peor de los criminales. La importancia de las pruebas y de su custodia, guardia y presentación de la manera correcta.
También, el autor destaca el papel que juega la sociedad en todos los casos que se convierten en mediáticos y cómo, el que se revele la identidad de esas personas que solo cumplen su función obligada de prestar servicio como jurado, sin tener ninguna preparación para ello, puede acarrearlas duras consecuencias en su vida personal. Es por ello que es tan importante mantener a salvo la identidad de estas personas.
Como veis, La jurado 272 (porque ni siquiera entre ellos deben saber sus verdaderos nombres) es mucho más que una novela judicial, es un thriller en el que se entremezclan las consecuencias del pasado en el presente, es una novela de reflexión en la que el propio lector se sentirá también parte de ese juicio mediático y, es una novela de misterio ya que, ¿Quién ha matado al miembro del jurado diez años después?¿Por qué?¿Qué había descubierto que evidenciaba que se equivocaron en su momento en la sentencia y que no ha llegado a compartir con nadie?¿Está realmente Jéssica muerta?
Para resolver todas estas preguntas tendréis que leer La jurado 272, una novela que no ha hecho más que reafirmar que el género judicial es uno de mis favoritos, además de tratar temas sobre los que el autor deja un poso para que el lector reflexione como la ética, la moral y el deber judicial. En definitiva, una novela llena de giros que os sorprenderá de inicio a fin.
hola, me ha encantado este post, he sido de lo mas interesante. me gusta mucho leer, me la anoto para futuras lecturas.
Yo soy muy aficionada a este género y esta novela en concreto, dentro de su peculiaridad, me gustó mucho.
Besos.
Soy fan total de este tipo de libros por lo que lo tengo más que apuntado
Besos