Almuzara, enero 2024
Esos impertinentes reformistas de la Transición es una atrevida y oportuna crónica política que, editada por Almuzara, pone en valor “el admirable esfuerzo” de aquellos que participaron en la Transición que tuvo lugar en España desde del régimen franquista hasta la democracia parlamentaria, buscando soluciones viables y factibles que propiciara una salida digna acorde con los nuevos principios políticos establecidos y consensuados tras la muerte del dictador.
Su autor, Enrique Sánchez de León Pérez, como testigo privilegiado y personaje prototípico de esta época, -fue el primer Ministro de Sanidad y Seguridad Social de la historia de España-, narra el origen, la educación, la formación y las dudas a las que se enfrentaron los miembros de esta generación de reformistas que tuvieron que desafiar el cainismo de la Guerra Civil en numerosos episodios.
De igual modo, analiza y justifica los eventos ocurridos durante el período de gobierno centrista de 1977 a 1982, que podría denominarse el «quinquenio sensato» de la historia contemporánea de nuestro país. El autor profundiza en los problemas, conflictos y figuras destacadas de esa época. Se muestra autocrítico y nada complaciente, tanto consigo mismo como con las formaciones políticas en las que participó (AREX, UCD y CDS, hoy todos desaparecidos), al tiempo que disecciona y ofrece su punto de vista sobre los aspectos personales y conductuales de los citados partidos.
Según el autor, “la caída dramática del partido Unión de Centro Democrático (UCD) en 1982 impidió destacar el admirable esfuerzo de numerosos españoles anónimos que pasaron inadvertidos o fueron olvidados en un momento crucial de la historia reciente de España”. Un hecho que Enrique Sánchez León pretende reivindicar en este libro, ya que, dado que la izquierda se opuso y la derecha no participó en la Reforma Política, los reformistas fueron marginados y desatendidos por las ideologías renovadas de «las dos Españas».
Enrique Sánchez de León Pérez (Badajoz, 1934) se inserta en el grupo de reformistas “de dentro” que fue nominado generalmente como “los azules”, “los jóvenes consejeros” o los aperturistas del Régimen.
Presume de ser de pueblo, becario, funcionario por oposición (Inspector Técnico de Trabajo y Seguridad Social) y de haber desempeñado cargos públicos tanto en la Administración provincial (Navarra, Orense, Málaga, Guipúzcoa y Madrid), como en la central (tres veces Director General en distintos ministerios).
También ocupó cargos de relevancia en la empresa pública (Campsa) y en empresas privadas. Sus mayores empeños de relevancia fueron: ser procurador y diputado en Cortes (11 años) y Consejero Nacional del Movimiento por Badajoz (6 años). Fue parlamentario constituyente (1978). La cúspide de su carrera política la alcanza siendo uno de los dieciocho componentes de la Comisión Mixta Gobierno-Consejo Nacional para la Reforma política (1976) y primer Ministro de Sanidad y Seguridad Social de los Gobiernos de A. Suárez (1977-1979).
Al cesar en su actividad política (1982) se dedicó exclusivamente al ejercicio de la abogacía, durante cuarenta años. Está en posesión de las más distinguidas condecoraciones.
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