Destino, marzo 2022
En defensa de la INfelicidad, el libro de Alejandro Cencerrado, Analista jefe del Instituto de la Felicidad de Copenhague). El estudio científico más largo jamás llevado a cabo sobre la felicidad del día a día.
¿Se puede medir la felicidad? ¿Por qué es imposible ser feliz? ¿Estamos programados para estar insatisfechos? Y si la felicidad es imposible, ¿de qué sirve la ciencia de la felicidad? ¿Qué puede hacernos felices en nuestra «sociedad del bienestar»?
UNA NOTA PREVIA: Si estáis esperando recibir recetas para ser felices, sentimos decepcionaros, ya podéis dejar de leer. En cambio, si tenéis curiosidad por saber qué puede explicar sobre la felicidad alguien que lleva años midiendo la suya sin haber conseguido ser feliz del todo, entonces podéis seguir leyendo. El objetivo de este libro es proporcionar una herramienta científica que nos permita filtrar las promesas de felicidad que funcionan de aquellas que no.
Por sorprendente que parezca, sí se puede medir la felicidad. Alejandro Cencerrado lleva dieciséis años apuntando su propia felicidad, midiéndola del 0 al 10, y analizándola con las herramientas estadísticas más sofisticadas. Partiendo de esta experiencia y de su labor como analista en el Instituto de la Felicidad de Copenhague intenta entender qué es lo que nos hace más o menos felices como individuos y como sociedad.
Por lo general, cuando pensamos en la felicidad, imaginamos situaciones concretas muy obvias: me haría muy feliz ganar la lotería, vivir frente a una bonita playa, tener un puesto prestigioso, encontrar a mi pareja ideal… . Tenemos muy claro lo que nos dará la felicidad, y a lo largo de la vida conseguimos muchas de esas cosas. Pero la verdad es que nunca llegamos a ser felices del todo.
Cuando el autor comenzó a tomar nota de sus niveles de felicidad, su principal objetivo era alcanzar un pleno de 365 días felices y no lo consiguió. Resumiendo mucho, la razón se debe a tres dinámicas de la felicidad que nos afectan a todos:
1) Hay tantos días buenos como malos.
2) Repetir lo que nos hace felices no basta. Al revés, nos acostumbramos muy rápido y tener más de algo no nos hace más felices.
3) Somos felices por contraste. Para disfrutar del sol, necesitamos del contraste con el invierno, o dicho de otra manera, para ser felices a veces es necesario prescindir de las cosas que hacen posible la felicidad.
Alejandro Cencerrado Rubio (Albacete, 1987) es licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid, experto en Estadística y analista de big data del Instituto de Investigación de la Felicidad de Copenhague (Dinamarca). Además de su experiencia en este instituto, a lo largo de dieciséis años Alejandro ha medido diariamente su propia felicidad. Aplicando los algoritmos más avanzados, ha podido extraer las dinámicas internas de su propia felicidad y los factores diarios que más afectan a su bienestar.
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