NUESTRA OPINIÓN …
Desde que descubrí a Carla Montero en La tabla esmeralda, no he dejado pasar una sola de sus novelas. Siempre encuentro en ellas ese refugio, esas horas en las que evadirme de todo, sumergirme en sus páginas sin que a penas me dé cuenta de lo que pasa a mi alrededor, y como esperaba El viñedo de la luna también ha obrado en mí ese milagro.
Tras su precipitado matrimonio con Octave de Fonneuve, Aldara llega a una imponente bodega que la familia de su marido posee en Borgoña.
Poco tiempo tendrán para gozar de su recién estrenado matrimonio, ya que Octave tendrá que marchar al frente. Los alemanes están avanzando y Francia es su próximo objetivo.
En principio, Aldara no es muy bien recibida por su suegro ya que, aunque su marido no es precisamente esa clase de hombre que se lleve a las mujeres de calle, una joven refugiada de la Guerra Civil española, de la que nada sabe y aunque muy bonita con una fea cicatriz que le recorre la mejilla, no es precisamente lo que buscaba ni está a la altura pretendida para un hijo que se convertirá en su digno sucesor. Pero poco a poco se irá ganando a ese hombre frío y distante, cuando tratando de paliar su soledad en aquel lugar extraño, tras la marcha de su esposo al frente y su caída como prisionero, se interese por todo lo que atañe a los viñedos y la bodega del Marqués, y el nacimiento de su hija.
Y es que Aldara es una mujer fuerte, trabajadora, decidida, luchadora, que sabe enfrentarse a las adversidades, que no da nada por perdido, con luces y sombras, principios y valores y un gran corazón. No es perfecta pero eso hace de ella un personaje aún más real.
Carla Montero nos traslada hasta un «chateau» de Borgoña para sumergirnos en una historia magníficamente ambientada que tiene lugar durante los años de la ocupación nazi, con una trama muy bien urdida y espléndidamente documentada, en la que nos encontraremos un amplio abanico de personajes y situaciones, como no podía ser de otra forma en una época tan difícil que a muchos tocó vivir.
Y es que si algo tienen las novelas de Carla Montero es el análisis que hace de la condición humana en los tiempos de guerra. No todos los pertenecientes a uno u otro bando son iguales, aunque siempre habrá héroes y villanos. Y es que son muchos a los que les toca vivir una situación que no les gusta y con la que no están de acuerdo, pero con la que no les queda más remedio que transigir.
También vamos a encontrar algo de misterio en El viñedo de la luna. Ya desde las primeras páginas sabemos que Aldara esconde algo. Un secreto del que nadie sabe nada y que a ella, a veces, le pesa como una mochila llena de piedras a la espalda. Se siente como una impostora que teme que eso que oculta salga a la luz. Pero no será ese el único secreto que nos encontraremos en la novela y no será ella la única que calle algo que puede afectar a su vida y a los de alrededor.
El viñedo de la luna, si bien transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, no es una novela de guerra, es la historia de unas gentes que vivieron durante ese período y que tuvieron que hacer frente a mil problemas para poder sobrevivir, enfrentarse a situaciones difíciles y, a veces, también tuvieron que luchar contra sus propios sentimientos.
Recomiendo esta novela por la maravillosa forma de narrar de Carla Montero, sencilla, cuidada y elegante; por su buena ambientación histórica y espacial, que además demuestra una esmerada documentación que traslada al lector integrándola de forma natural y precisa; por sus personajes creados con mimo y llenos de matices; por el ritmo que implanta en el avance de la trama; por sus giros; y por su historia de supervivencia con secretos, mentiras, amor, desamor, muerte, envidia, intriga, odio y mucho más.
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