Destino, marzo 2023
Mala gente, viaje por la crónica negra española: El libro del podcast de Enrique Figueredo y Pere Cullell.
La crónica negra es un retrato de la sociedad a través de los sucesos que la estremecen. Confluyen en ella nuestros miedos y nuestras pasiones, lo mejor y lo peor de cada uno, nuestras grandezas y nuestras miserias. Enrique Figueredo y Pere Cullell han reunido los casos más turbadores e inquietantes de la reciente historia del crimen español en el exitoso pódcast Dossier negro de La Vanguardia, que esta temporada ha llegado al millón de escuchas. Con este libro, los autores presentan la mejor selección de estos crímenes, redactados especialmente para ser leídos con el corazón en un puño.
En Mala gente, ambos han hecho un esfuerzo de adaptación de los pódcast para que puedan leerse de un tirón y no pierdan ni un ápice de la fuerza que tienen como documento sonoro. Muchos de ellos son casos conocidos, pero narrados con una mirada nueva que los hace más atractivos.
Como en el pódcast, en este libro, Enrique Figuredo y Pere Cullell no se han limitado a hacer un resumen de los casos más conocidos, sino que han aportado información nueva y han recurrido a los protagonistas. La actualización de los temas con entrevistas a los mismos actores que protagonizaron las historias aporta nuevas miradas y perspectivas de todos ellos.
De este modo, los periodistas indagan en casos conocidos como el asesino en masa Josep Marimón, el delincuente callejero como Juan José Moreno Cuenca (el Vaquilla) o el ladrón Dionisio Rodríguez (el Dioni).
Es evidente que el género de true crime goza de excelente salud. Solo hace falta ver las diferentes plataformas de televisión que ofrecen cada vez más documentales sobre crímenes reales por el interés que despierta entre la audiencia encontrarse frente a frente ante casos verdaderos y no inventados, por muy ocurrentes que puedan ser los guionistas. Gana una sencilla frase que nos despierta el interés y la emoción: «Basada en hechos reales».
Hoy está de moda el true crime, pero podríamos hablar del éxito editorial que supuso el semanario El Caso en la segunda mitad del siglo xx o de las tertulias sobre los juicios de la Audiencia de Barcelona que se celebraban ante la fuente de Canaletas, antes de que se inventara el fútbol. Ni que decir tiene que la tradición de relatos cruentos en torno a una hoguera traspasa fronteras. Cuando en los tiempos en que la principal vía de transmisión de información era la oral, la llegada de mercaderes o titiriteros a las aldeas iba siempre acompañada de relatos en los que se vertían las novedades de hechos espantosos. Y cuanto más espantosos, mejor.
Todo el mundo quiere saber qué hay detrás de un suceso, pero la policía, los jueces y lógicamente el entorno familiar de los afectados tratan con todas sus fuerzas de impedirlo. El derecho a la información versus el derecho a la privacidad. Con los años, se ha ganado en profesionalidad y algunas licencias que se tomaban determinados periodistas ya no se practican. No ha bajado el interés, pero se cuidan mucho más las formas.
Sin caer en los errores del morbo o del sensacionalismo, los dos periodistas narran con respeto y cuidado las diferentes historias. Esto no es óbice, sin embargo, para que los lectores tengan la sensación de estar metidos continuamente en una novela. Aunque los casos narrados pudieran parecer exagerados o imposibles, la realidad, como dice el tópico, supera muchas veces a la ficción.
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