NUESTRA OPINIÓN …
Como comprenderéis con todos estos mensajes, que es un tipo de novela que me gusta, un argumento al que era difícil resistirse, el booktráiler que podíamos ver de la misma y la expectativa que estaba surgiendo alrededor de ella, no me podía sentir ajena a esta publicación y mi interés por la novela iba poco a poco subiendo escalones.
Cuando tienes muchas expectativas con una novela corres el gran riesgo de que te lleves una gran decepción cuando acabes con su lectura, pero en este caso no hay nada más lejos de la realidad. La autora nos introduce con gran maestría en una trama oscura, un tanto siniestra, como el ambiente que envuelve el Valle del Batzán y Elizondo.
En un argumento bien trazado y muy bien llevado, Dolores Redondo va desgranando poco a poco, sin ninguna prisa, unos hechos que se irán hilvanando hasta dar lugar a la resolución de los crímenes y todo ello desde la visión de Amaia Salazar, la investigadora que con más trabajo que intuición descubrirá quién anda tras ellos, logrará de dar con el asesino dejando en la investigación que realiza y en su resolución todo atado, y bien atado.
Pero en El guardián invisible no sólo nos vamos a encontrar la historia de unos asesinatos y su esclarecimiento, sino que también Amaia Salazar se va a tener que enfrentar a sus fantasmas y, con su vuelta a Elizondo, va a tener que recordar unos hechos que sucedieron cuando era niña y que todos se empeñaron en tapar y sepultar, pensando que por el simple hecho de ignorarlos y no hablar de ellos estos se hubiesen esfumado y no hubiesen ocurrido.
Y todo ello en un ambiente, como ya he dicho, oscuro, tenebroso, asfixiante, inquietante, oprimente, y por el que a la vez sientes atracción, como sucede con esos bosques del norte de Navarra, el valle del Batzán, donde está situada esta novela y que tanto tienen que ver con la historia que allí se desarrolla, magníficamente plasmado todo ello por la autora. Otro de los puntos a favor de “El guardián invisible”.
Aunque no me agrada especialmente la literatura con elementos fantásticos, en El guardián invisible me ha gustado encontrarme esos elementos y personajes fantásticos y mitológicos de la cultura popular vasco-navarra que Dolores Redondo ha introducido en la novela, algunos de los cuales me sonaban por haber leído referencias suyas en obras de otros autores, como la diosa Mari, el Basajaun, etc.
Pero no sólo la ambientación y la historia tienen gran importancia en la novela. Los personajes son otro de los puntos a destacar en ella. Unos personajes con muchos matices, con muchas aristas, muy ricos y en los que vamos a ver su evolución.
Así tenemos el personaje principal muy bien trazado. Amaia es una mujer fuerte por un lado y llena de miedos por otro, que salió de su casa huyendo de unos fantasmas que nunca la han abandonado y que nunca termina de sentirse segura cuando está sola, necesitando saber que hay alguien con ella hasta cuando duerme, pero que a la vez es una mujer decidida, luchadora, que no se deja pisar por otros compañeros cuando intentan poner en duda su trabajo por el solo hecho de ser mujer. Pero también nos vamos a encontrar a otros personajes que nada le tienen que envidiar como Flora que es dura e intransigente, siempre dispuesta a hacerse la víctima, a cargar con todo aunque nadie se lo pida, a Rosario que siempre ha estado a la sombra de la avasalladora Flora, que nunca la ha dejado hacer, que siempre la ha tratado como si no sirviese para tomar decisiones ni hacer nada a derechas y la tía Engrasi, una mujer fuerte que supone en su momento tomar las riendas de su vida.
Tampoco desmerecen los personajes masculinos en El guardián invisible, como Montes que no acepta tener a Amaia como jefa; Jonan un policía que también es antropólogo y arqueólogo y que tanto aporta con sus explicaciones a la investigación; James, el marido de Amaia, afable y cariñoso, que tan bien la conoce, a la que no apremia, que la deja su espacio, que siempre está atento a sus estados de ánimo mostrándole su apoyo; o los cuñados de Amaia, Víctor y Freddy, entre otros. Y es que por corta que sea la intervención de los personajes que nos vamos encontrando en la historia no nos va a ser difícil conocer y reconocer sus características.
Y si es importante ver como Amaia desarrolla el trabajo de la investigación criminal, y como con perseverancia es capaz de llegar a la conclusión del caso, no lo es menos ver como se enfrenta a la labor de introspección, de reconocimiento de su propio pasado, de esos recuerdos sepultados en lo más recóndito de su memoria y el porqué de sus miedos.
Con todos estos ingredientes Dolores Redondo ha escrito, para mi gusto, una novela con mayúsculas, una novela sumamente atractiva y que no sólo guste a los amantes de la novela negra, de intriga o de misterio, ya que no se queda, simplemente, en unos crímenes y su resolución. Es una novela que engancha tremendamente, no sólo por todo lo que tiene que ver con los asesinatos, sino también por averiguar cuales son los fantasmas que acucian a Amaia, cual fue el motivo que la hizo marcharse de Elizondo de aquella manera, conocer todos los detalles de la relación con su tía Engrasi (con la que vivió cuando era niña), sus hermanas y los que todavía llama cuñados; y todo ello aderezado de una forma totalmente natural, con unos elementos mitológicos de la cultura popular que nos da a conocer y entender con facilidad por la manera en que introduce las explicaciones, sin que éstas resulten pesadas o extrañas a lo que estamos leyendo.
PRIMER CAPITULO
El arte de la guerra (SIN COLECCION)
5% FueraHemos leído de la autora
A mi también me ha gustado mucho, la mexcla de elementos en la trama es perfecta y deja con ganas de más…Un besote!!
Ya te lo he dicho por twitter, que le tengo muchas ganas, todos lo poneis muy bien
Besos
es mi actual lectura, y me esta encantando
Estoy a la espera de un préstamo de este libro. Me alegra leer que tenía muchas expectativas y se han visto cubiertas (eso era mi temor). Un besito
Todo el mundo arranca esta novela con grandes expectativas y a nadie le defrauda. Por eso la tengo puesta entre las que quiero leer sí o sí.
todas las reseñas que he visto de esta novela hablan muy bien de ella y cada vez que veo una nueva, me quedo con más ganas de hacerme con ella
besos
Acabo de conocer tu blog, así que tienes una nueva seguidora!!!
Ya la tengo en casa…al final no he podido resistirme a tanta buena recomendación jeje, lo malo es a ver cuando pillo hueco para leerla jeje.
Un beso!
Tengo unas ganas importantes de conseguir este libro. Lo tengo encargado en la librería del barrio, a ver cuando me lo traen… Me quedo por aquí, me encanta tu blog
Un saludo desde Librotecando.
Le tengo muchas ganas a esta novela y con cada reseña más aún, con lo que también temo que al final cuando la lea las expectativas sean tan altas que no consiga llegar a ellas.
No es este el género que más me atrae pero en este caso tanto la protagonista como la ambientación en un valle del Pirineo me llaman mucho.
Besos
Me gustó muchísimo, como a ti. Y es que la historia y el ambiente envuelve de una manera…
Besos,
Será mi próxima lectura tras El eterno olvido, que me está encantado, así que creo que llevo una buena racha lectora. Por cierto, te apuntaste al concurso de mi blog y no apareces como seguidora.
A mi me gustó, me pareció un libro la mar de entretenido que combina bien el thriler con la saga familiar.
Me llevó volando por sus páginas
Besos
Cada vez tengo más claro que me va a encantar la novela. No hago más que leer reseñas que la ponen por las nubes, ni una sola negativa. A ver si le dedico el tiempo que se merece y me la leo en breve. Sobre las figuras fantásticas que aparecen, a mi me parece una acierto porque ese tipo de temas sobrenaturales y de fantasía me gustan mucho. Alguna de las que nombras la he visto en el programa de "Cuarto Milenio" Jajajaj.
¡Besos!
Probablemente sea el libro que más me ha gustado de los que he leído este año. Estoy deseando que salga la segunda parte.
Tanto la investigación criminal, como la situación personal de Amaia como el tema del basajaun y compañía se me hicieron interesantísimos.
Besos
Lo tengo ya en casa!! Desde hace un par de días! jejejej =)
Besotes
Yo también lo disfruté mucho. Me absorvió totalmente.
Ains… ¡Qué ganas le tengo a esta novela! Ya está en casa así que no tardaré en hincarle el diente ;)
Un besin
La tengo en la estantería y estoy deseando leerlo, todos opinais igual. Tengo que hacerle hueco ya.
Un beso.
Éste es un libro que ya tengo apuntado entre mis futuribles, a ver cuando cae en mis manos ;)
Me alegro hasta el infinito y más allá de que a ti también te haya gustado. Es un novelón, una obra que tiene tantas cosas con las que quedarse… Yo lo leí hace ya más de un mes y todavía no se me va de la cabeza. Y tampoco paro de recomendarlo, claro jajajaja.
Gracias por tu super reseña!
Besos gordos gordos
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Acabo de terminar el libro y he sentido la necesidad de encontrar una opinión que sintetice la serie de despropósitos que componen la extructura y la composición de este libro.
Lo primero: está mal escrito. Muy mal escrito. Creo que la autora escribía los capítulos y no los releía. Mal escrito y esa es la base de su fracaso como libro (que no como ventas). No sólo tiene un lenguaje básico, de redacción de instituto, sino que además mete la información como uno mete un melón intercalado en una fila de granos de uva. Es tan descarada la forma de transmitir la información wikipédica en boca de personajes planos, que uno se imagina a la autora escribiendo esos parrafazos mientras mira artículos de internet en otra pantalla del ordenador, para después continuar con la narración plana.
Con un lenguaje tan pobre, el uso de palabras cultas o poco empleadas en el lenguaje corriente, debe ser comedido, debidamente repartido para que maquille el paisaje yermo. Pues la señora escritora se atreve a meter “omnioso” en su texto, que nadie sabe lo que es, pero no sólo una vez sino ¡tres!, pero lo peor de todo, lo que no podía creer, es que los mete en un intervalo de menos de 5 páginas en un libro de 500 hojas. ¿Descubrió ese dia ese adjetivo en el wordreference y lo celebró repitiéndolo 3 veces seguidas? Bueno….
Cuando digo que escribe mal lo digo en todos los niveles en los que un párrafo, una escena, un capítulo, transforma esas letras que conforman palabras y frases en sensaciones, en imágenes, internándonos en caminos que sin brusquedad ni saltos te conducen, finalmente al desenlace final, con una lógica que lo hace encajar todo como un puzzle perfecto. Este libro es una sucesión de escenas que acontecen a base de saltos. Cuando al principio del libro visitan a un sospechoso en la cárcel, pasan de la comisaría a la celda como si cruzasen una puerta. No hay una transición que mete al lector en un ambiente carcelario que le haga empatizar con el recluso. No hace falta una página, ni media, ni un testamento, sino un párrafo debidamente escrito.
Lo mismo que con las escenas eróticas. No prepara al lector para una escena descrita de sexo, sino que pasa de entrar en su casa a estar en la cama en una frase, y el lector no siente nada porque no lo ha preparado para empatizar con un momento íntimo. Una buena escena de sexo tiene que poner caliente al lector. Y si no, que no lo describa. Que diga sencillamente que hicieron el amor. Y a otra cosa. (Por cierto, la descripción sonroja)
Pero tan descarada es en sus defectos como escritora que hasta los señuelos que después explican consecuencias no son naturales. Cuando dices “ésta ha escrito esto por algo”, es que no cuela. Por ejemplo, en la escena familiar en la que de repente se ponen a hablar de motos, a 1/4 del final, en un registro que no se ha visto en el resto de la novela, sabes que se hará referencia a ello en un momento dado para justificar o explicar algo. Como así fue.
A veces no hay ni señuelo. En una escena el narrador dice: “Amaia fue a la autopsia porque intuía que había en ese asesinato algo diferente”. Sí, lo hay, pero no se cuenta por qué lo intuía. Eso es como cuando el mal escritor acude a un golpe de suerte o a una coincidencia o a un descuído para avanzar en la trama, porque no sabe por dónde tirar de una forma inteligente, resolviendo enigmas sin truquitos. Cuando no sabes cómo avanzar, te inventas que la marca de pañuelos en la escena del crimen son los mismos con los que el malo se suena los mocos cuando interacciona con la policía, ella se da cuenta y tira de ese hilo. O la escritora tiene poco respeto por el lector cuando hace estas cosas, o no tiene respeto por el malo, que no puede dejar cabos tan sueltos porque cuando uno tiene mente de asesino, esos detalles los tiene en cuenta. (Esto del pañuelo no ocurre en esta novela, es un ejemplo).
¿Qué descripciones hay del valle de Baztan? Realmente yo no he sentido el frescor matinal del rocío de primavera, ni el olor a humedad en la ombría norte de esos montes recogidos. Ni ese verdor desafiante que asoma por cualquier grieta que contenga un poco de tierra. Los caseríos sobrios en cuyos líquenes está escrito el paso del tiempo. ¿Cómo se lo imagina alguien que no ha visto foto alguna de ese mágico lugar? Si es por el libro…
Habla de mitología vasca, pero en realidad, ¿aporta algo a la historia? ¿sale el lector impregnado y satisfecho de esa atmósfera que se precisa para presentar toda esa serie de personajes mitológicos, tan maltratados como descritos presencialmente, sin intervención efectiva en el hilo principal? Yo no los vi, lo siento.
El tratamiento de los personajes y su personalidad se basa en hechos que los describen, pero no en pensamientos, puntos de vista o opiniones. No al menos de forma profunda. Sabemos que Flora, la hermana mala de la protagonista, es mala porque actúa como una mala, hace y dice cosas malas, pero no porque haya una razón psicológica elaborada más allá de decir que es una de esas mujeres recias hechas a si mismas en Elizondo. La protagonista está atormentada, todos sabemos qué tipo de personaje trata de presentarnos la escritora, pero lo que dice o hace (o mejor, ¡¡cómo lo dice!!) no concuerda con ese personaje. El origen de su trauma: una madre que casi la mata; ¿por qué ese odio? La escritora no puede crear un personaje nodal que afecta plenamente a la protagonista, y sólo mostrar que era muy mala con su hija, sin explicar la razón por la que tanto la odiaba. ¿Porque estaba mal de la cabeza?
Podría destripar cada capítulo, cada párrafo y cada frase y encontraría mala escritura. Por eso no voy a continuar más que para hablar del final. Y es que tanto despropósito sólo podía tener un final en el que un asesino al que apenas conocemos (cuando digo conocemos lo digo en lo más profundo del verbo conocer. Cómo piensa en cualquier aspecto de la vida, cómo actuaría en una situación paralela, aunque sea por equivalencias) da una explicación que no se corresponde con un malo al que vale la pena esperar tras leer 500 páginas. Más bien es un infeliz sin carisma ni oficio. Todo el rollo de la sofisticación en la comisión de unos asesinatos que amagan a un autor astuto e interesante, se diluye ante un personaje sin chicha, llorica, que acaba con un discurso tonto de complacencia a otra mujer mala.
En fin, un libro que se desmonta porque su autora sólo describe una sucedión de escenas. No entendió a sus propios personajes a los que les hizo hacer y decir hechos y frases impostados, sin realismo ni madurez. Por eso, a quien sabe leer (y escribir), no le funciona.
Supongo que cuando la señora Redondo sepa narrar y sepa elaborar una trama como el río Danubio que fluye sereno y compacto, y no como un grupo de barrancos llenos de charcos que se estrechan y caen al son del terreno, ese día se dará cuenta de por qué su libro no puede calificarse como bueno.
Le recomiendo que lea autores reconocidos; sin ir más lejos, a Lorenzo Silva: aunque en algunas tramas tiene sus debilidades, la narración, las pausas y el tratamiento psicológico de los personajes suele ser impecable. Lo siento Dolores, pero si me vendes un producto y lo pago, tengo derecho a criticarlo. El tiempo es breve como para perder el tiempo con malas lecturas. Pero lo que más me ha enfadado es la falta de respeto de esta autora, al menos con este libro, que no ha cuidado nada, no ha hecho caso de los talleres de escritura (que por algo se hacen) y se ha atrevido a escribir algo de esta talla, y un editor a publicarlo.