Gedisa, diciembre 2023
Con la benevolencia que le caracteriza, Boris Cyrulnik nos habla en El deporte que nos cura, de la condición humana a través del prisma del deporte como fenómeno social del siglo XX, y recorre la historia antropológica del juego. En un fluido dialogo con François L’Yvonnet, explica por qué considera que la actividad deportiva puede ser un magnífico vehículo para la resiliencia, concepto que el neuropsiquiatra francés ha popularizado.
Desde una perspectiva antropológica, Boris Cyrulnik retoma en este libro, que el juego apareció tan pronto como los seres vivos pudieron escapar de las limitaciones de lo inmediato. Los animales juegan cuando sienten la necesidad de expresar su alegría de vivir o agresividad. Los gatitos se pelean, los toros se dan cabezazos y los macacos machos se amontonan unos encima de otros en una dinámica similar a la que ocurre en los partidos de rugby.
Boris Cyrulnik nos habla de la naturaleza humana a partir del deporte. Su discurso nos lleva a pensar en los atletas griegos, cuyos cuerpos esculpidos por esfuerzos físicos continuados se consideraban muestra de su inteligencia; también en la naturaleza humana y sus similitudes y diferencias con los animales, y llega a su tema de especialidad, la resiliencia. En este nuevo libro, aborda el concepto que ha acuñado y en el cual ha profundizado desde un nuevo prisma: el de la superación a través del deporte.
En el prólogo, la atleta paralímpica Maricarmen Paredes, ilustra desde su ejemplo de vida cómo el deporte, primero como aficionada y luego de alto rendimiento, fue su motor para volver a disfrutar de una vida plena luego de perder casi por completo la visión y, en consecuencia, su trabajo como enfermera.
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