Candaya, mayo 2023
El arte de escribir de pie de Aitor Romero, la esperada novedad de Candaya Abierta.
El arte de escribir de pie, el tercer libro de Aitor Romero Ortega, es un volumen que reúne ocho textos que comienzan como crónicas de viajes y terminan como documentos híbridos entre el relato autobiográfico, la crítica cultural, el ensayo, la memoria y el cuaderno de notas. Se trata de un conjunto de viajes diversos que se unen bajo la idea del gran viaje vital y que nos lleva de Barcelona a Roma, Lisboa, Estados Unidos, Tánger, Madrid e Irlanda del Norte.
Aitor Romero Ortega propone el viaje como una experiencia tanto física como emocional, tanto espacial como literaria, tanto solitaria como compartida: los libros, la música, el cine que acompañan al viajero desde antes incluso de partir son aquí elementos detonantes de reflexiones, pero también de encuentros y de pequeñas anécdotas reveladoras, cotidianidades que se enlazan con la arquitectura, el paisaje, los bares y la historia política y cultural de cada destino.
Referentes literarios como Pessoa, Tabucchi, Vila-Matas, Solnit, Sebald, Iris Murdoch, Mohamed Chukri, Paul B. Preciado. Eduardo Ruiz Sosa, Juan Villoro o Francisco Casavella; cinematográficos como Vittorio De Sica, Pasolini, Sorrentino, Jim Sheridan o Scorsese; musicales, como Battiato, Johnny Cash, Amalia Rodrigues, The Dubliners; y de las artes visuales como El Bosco, John Register, Edward Hopper, Justine Kurland o Antonio López; se mezclan con personajes cotidianos como un barman en Lisboa, el recepcionista de un museo perdido en las entrañas del Mississippi, el conserje de un gimnasio de box en Madrid, o el Griego, un amigo de juventud cuyo principal afán era enzarzarse en peleas callejeras al salir de las discotecas barcelonesas.
A través de El arte de escribir de pie recorremos tanto las ciudades y los espacios que el viajero visita, como los lazos que cada una de esas escalas establece con su biografía y que se traducen en reflexiones sobre la belleza, el tiempo, la muerte, como grandes temas atemporales, pero también sobre el turismo, la gentrificación, la muerte de la madre, la precarización de los barrios de extrarradio, la transformación de las ciudades que van perdiendo su identidad original para convertirse en algo casi radicalmente distinto.
El arte de escribir de pie es un libro que interesará tanto a lectores de la literatura de viajes como a los lectores de ensayo y de crítica cultural, aficionados a libros como los de Vicente Valero, Jorge Carrión, Iain Sinclair, Leila Guerriero o Marta Rebón, ya que logra un discurso tan versátil y tan híbrido, que además de hablar del viaje, habla también de la forma de ocupar, experimentar y compartir los espacios públicos y privados.
Profundamente ligado a nuestro tiempo, con un tono a veces confesional, a veces ensayístico, a veces cinematográfico, este libro aborda, en algunas de sus crónicas, acontecimientos o procesos sociales contemporáneos: los disturbios en Barcelona en 2019 cuando las calles se incendiaron tras los juicios del Procés; la segregación heredada por el conflicto irlandés en distintos barrios limítrofes; los proyectos urbanísticos que desgastan al Madrid actual; la migración, la marginalidad y las fronteras en Marruecos o la impersonalidad de los grandes complejos turísticos.
Se trata de textos que parecen cuentos ensayísticos, donde el pensar se va haciendo al andar y las anécdotas cobran forma de no-ficción. Por tanto, El arte de escribir de pie puede atraer a lectores de textos como los de Vila-Matas, Álex Chico o Azahara Alonso, lectores de ensayo-ficción o de narrativa del yo, con una mezcla interesantísima de cultura popular y de alta cultura.
Aitor Romero Ortega mezcla en El arte de escribir de pie referentes literarios como Pessoa, Tabucchi, Vila-Matas, Ruiz Sosa, Sebald o Francisco Casavella; cinéfilos, como Vittorio De Sica, Pasolini, Sorrentino, Jim Sheridan o Scorsese; musicales, como Battiato, Johnny Cash, Amalia Rodríguez, The Dubliners; y de las artes visuales, como El Bosco, John Register, Edward Hopper, Justine Kurland o Antonio López. Cada una de estas influencias se cruza con personajes cotidianos, casi marginalenicas, que construyen un friso riquísimo de historias, reflexiones y experiencias.
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