NUESTRA OPINIÓN …
Los que nos seguís ya sabéis que hay autores a los que somos fieles, por eso, cuando nos enteramos de la publicación de Costa Azul de Mamen Sánchez le dimos prioridad entre nuestras lecturas.
Creo que Mamen Sánchez tiene un estilo propio y eso es precisamente lo que me gusta de sus libros. Si entre varias novelas de diversos autores tuviera que reconocer una suya creo que podría hacerlo perfectamente por ese estilo fresco, irónico, ligero sin ser banal y esa manera de escribir que te lleva por sus páginas como si de un cuento de niños se tratara sin serlo. Eso es precisamente lo que me gusta de esta autora.
Costa Azul es su nueva novela y en ella nos vamos a trasladar a los años 50 y nos vamos a encontrar otro de sus sellos de identidad: una historia entre la nobleza, algo característico también en sus novelas. En este caso, como ya me pasó en La flor y nata, personalmente prefiero las novelas de esta autora que se alejan de estos temas y son protagonizadas por personajes de a pie, pero reconozco que Mamen Sánchez tiene los conocimientos y la documentación necesaria para contar un montón de anécdotas reales o similares de esta parte de la sociedad que hacen que sus historias sean atractivas y que nos acercan un poco más al día a día de este estrato social.
En este caso en concreto, lo que nos encontramos es la misión secreta que se le encarga a un agente para comprobar si el Rey Balduino de Béligca y su madrastra, Lilian de Rethy, tienen un lío ya que corren rumores sobre ello entre la gente. Cabe decir, que la inspiración de esta novela está precisamente en la lectura de los documento de Achille Van Acker, el primer ministro belga en los años 50, donde se narraba precisamente lo que se cuenta en esta historia aunque nunca sabremos si fue real o no, ya que este ministro en realidad nunca mandó investigarlo.
Una vez más se mezcla el alto standing con el humor y las historias delirantes, la realidad con la ficción, tanto de personajes como de anécdotas o lugares, otra de las señas de identidad de la autora.
Como no podía ser menos, también Costa Azul tendrá su dosis de romance, tanto del amor pasional (ese del flechazo que llega de repente y que pone toda tu vida patas arriba) como de ese amor trabajado a lo largo de los años.
También a lo largo de la novela podemos encontrar otra de las pinceladas en las que se puede reconocer a la autora: la descripción de los lugares y las casas con esa delicadeza, con que pocos pueden hacerlo sin aburrir ni resultar empalagoso. Esas descripciones que sólo puede hacer quién ha visitado, olido y tocado esos lugares que describen.
Asimismo encontraremos la aparición de numerosos animales y plantas que al lector primerizo pueden resultar novedosos pero al recurrente en las novelas de la autora ya le sonarán de otros de sus libros. Esta pasión de Mamen por este mundo hace que sus páginas se impregnen de ella y que esa pasión se traspase al lector.
Una novela con la que disfrutar, desconectar y en la que perderse por sus idílicos paisajes mientras acompañamos en las peripecias a un agente secreto que nos sacará más de una carcajada. Una comedia con tintes históricos con la que pasar un rato divertido este verano.
Es un libro entretenido, con algunos golpes de humor realmente ingeniosos. Lo leí a principio del verano y me hizo pasar un par de tardes distraída. Besos