Universo de letras, junio 2023
Bendito castigo, la incontestable novela que te lleva a revisar la ética con la que hemos sido criados… y a recuperar la sonrisa
Editorial Universo de Letras, perteneciente al Grupo Planeta, apuesta con convicción por una obra narrativa que se ha estado cociendo a fuego lento durante tres años y que aúpa a Gisela López, su autora, a la categoría de alquimista del relato.
«Y a ti, lector de estas líneas, vive. Es el mejor consejo que te puedo dar. Vive, yerra, aprende. Cuando mires atrás, verás que nada importa tanto como quieren hacerte creer. Ni siquiera el dolor que hoy te muerde. Así que pierde el miedo a equivocarte, porque hasta el tren con destino a Guadalajara pasa todos los días a las 13:44. Me lo enseñó mi amiga Ali. La vida es lo suficientemente larga como para dejar que aciertes la próxima vez, aunque sea en coche y no en tren». Son las últimas palabras —tranquilos, que no desvelan nada relevante— de Bendito castigo, una sensacional propuesta literaria que ha llegado para quedarse instalada en la psique colectiva de toda una generación de lectores.
A caballo entre una narración intimista y un ensayo sobre la condición humana vestido de ficción, Gisela López Angeriz ha armado una trama de mirada larga que se erige sobre la fortaleza de dos personajes que atesoran los elementos necesarios para convertirse en icónicos e imperecederos. De un lado, tenemos a Claudia, una joven veinteañera que no logra desembarazarse de la pesada carga que supone la estricta moral que ha mamado desde pequeña y que le ha birlado, desde hace años, las ganas de reír. En el otro, encontramos a José Manuel, un profesor que aterriza para remover esos cimientos y convulsionar su existencia.
Una y otra vez, el concepto de lo correcto, del ideal moral que sobrevuela nuestras vidas —las de todos— preside una novela de muchos quilates, alejada por completo de las prisas y la facturación en serie que parecen gobernar en estos momentos a parte de los escritores, que tratan de hacerse con un hueco en el mercado a base de inundarlo de obras poco reposadas y alimentadas por ese oxímoron que se ha dado en llamar Inteligencia Artificial. No, para sacar del horno Bendito Castigo, López ha empleado tres años de pensadas y revisiones. Algo muy meritorio en los tiempos líquidos que corren.
Decíamos que la idea de la ética en la vida envuelve la novela. He aquí una muestra de ello: «La moral no es tuya, ni mía. La moral es católica en Europa y protestante en América. La moral se vende a los intereses, se compra. La moral no es nada. Y sus férreas normas te encierran en la figura de oveja, color blanco pureza, te hacen berrear al unísono y te colocan en las idealizadas praderas del cielo». Por muchas razones, los amantes de la literatura reflexiva tienen motivos para la celebración. Hay una trinchera a la que agarrarse.
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