Tres hechos históricos que suceden en el año 1918 ambientan La epidemia de la primavera: el final de la I Guerra Mundial; la epidemia de la mal llamada Gripe Española que mató a varios millones de personas, y las primeras revueltas de mujeres de la historia que se producen a que éstas, debido a la escasez de alimentos, no pueden dar de comer a sus familias.

Empar Fernández nos traslada con maestría a una Barcelona en la que escasean los alimentos de primera necesidad, a la vez que los comerciantes incrementan los precios no cumpliendo los máximos fijados por Ley. Una escasez provocada por la Gran Guerra, ya que aunque España fue un país neutral eran muchos los productos que se exportaban a los países devastados por la guerra, causando aquí una carestía que la población no podía asumir.

Seremos testigos de las revueltas de mujeres que luchan por dar de comer a sus familias, porque se respeten sus derechos y como quieren todo el protagonismo en esa lucha impidiendo a los hombres que las acompañen en sus reivindicaciones.

También seremos partícipes de la vida en esas trincheras inseguras, llenas de la miseria, plagas y falta de higiene, con las balas, los obuses, el gas mostaza y el miedo como compañeros. Cómo Carter, al igual que otros soldados, se enfrentan al hecho de que una vez en la guerra no saben muy bien porqué se encuentran allí y cual es el motivo por el que tienen que disparar contra otros soldados a los que no conocen y contra los que no tienen nada,  a la vez que van viendo como caen sus amigos, y aferrándose a lo que sea para intentar llegar cuerdos hasta el final, aunque no tengan la certeza de qué pasará mañana y si saldrán vivos de allí.

No se queda atrás el relato que nos hace Empar Fernández de los devastadores efectos de la llamada Gripe Española, aunque parece que ni en España tuvo su origen ni influyó en su propagación. Una gripe que asoló el mundo de la que fueron víctimas los jóvenes, una población ya muy mermada a causa de la guerra, y que no tuvo incidencia ni en los niños ni en los ancianos.

En esta novela Empar Fernández utiliza una prosa directa, sin artificios que pongan dificultades a la lectura y fluida sin renunciar a las descripciones.

La epidemia de la primavera es una novela difícil de encuadrar ya que a pesar de su ambientación no es una novela histórica, ni una novela romántica aunque haya una historia de amor. Es una novela que nos cuenta una historia dura con algún contrapunto de ternura, a través de sus dos protagonistas Gracia y Carter, mediante capítulos que se irán alternando dedicados a relatarnos las vivencias de cada uno de ellos y cómo lograron hacer frente a lo que les tocó vivir.

He disfrutado con la historia que nos cuenta esta novela y con cómo está desarrollada la trama y para mi hubiese sido una novela redonda si la emoción que se presupone a los hechos que en ella se relatan hubiesen traspasado las páginas de esta novela y me hubiesen calado, algo que no me ha sucedido como lectora, pero esto es algo totalmente personal. Sin duda volveré a repetir con esta autora.

FICHA DEL LIBRO